Page 23 - Preludio los días de mi juventud
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Cierto día de noviembre de 1957, hablé con mi mamá –era mi
            confidente– sobre el asunto de reunir toda la documentación
            oficial, para ir a presentar el examen de admisión a un internado
            de la escuela vocacional de agricultura  en  Tlaxcala; después  de
            contarle con detalle lo referente a la información proporcionada por
            los colegiantes y el deseo personal de convertirme en estudiante, le
            rogué para que hablara con mi papá y reuniera el dinero, y así cubrir
            los gastos de la documentación y los pasajes para el traslado a
            Tlaxcala. Ella me escuchó con mucha atención, antes de darme una
            respuesta –dijo– si tu papá no te da el dinero suficiente para los
            gastos de documentos y pasajes, piénsalo bien; porque no es cosa
            de juego, yo no sé dónde queda esa escuela, está muy lejos de aquí.
            Con determinación le contesté –si no me ayudan a realizar este plan
            que tengo, me iré de vago y no regreso a este lugar–. La actitud del
            hijo primogénito, la sorprendió y la preocupó, su respuesta al hijo
            querido fue —cuanto antes voy a hablar con tu papá.


            Después  del  diálogo entre mis  progenitores,  mi  papá se puso en
            acción y fue a visitar a un pariente suyo que tenía un hijo estudiando
            en un colegio en Cuernavaca,  Morelos,  comentando  y  pidiendo
            orientación sobre el deseo de su hijo de querer ir a estudiar a una
            escuela en Tlaxcala.


            A su regreso de esa visita, mis padres reiniciaron el diálogo y
            llegaron al acuerdo de darme el apoyo y el dinero suficientes para
            cubrir los gastos de la documentación completa y el pasaje hasta el
            lugar donde estaba la escuela que tantas veces habían escuchado.

            Teniendo parte del dinero en mis manos, inicié los trámites de mi
            boleta de calificaciones de 4  grado, visité al Comisariado Ejidal
                                           to
            para que me extendiera la constancia de ser hijo de campesino,
            al presidente municipal y al secretario del Ayuntamiento para el
            acta de nacimiento y otros documentos, la respuesta de todos ellos
            fue favorable y en pocos días tuve en mi poder la documentación
            completa y en orden.





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