Page 49 - Donde vive la imaginación
P. 49

conoce ese pueblito. Eso lo hace sentirse importante, por primera vez en
            su grupo.


            La maestra con suspenso inicia su relato:

               —Cuentan los señores que viven en Jiménez que hace mucho tiempo,
                  cuando iniciaban las guerras del  poder  en nuestro país, don José
                  de  Escandón  y Helguera  construyó una gran mansión,  misma
                  que aún existe. Actualmente es el museo de pueblo, tiene muchas
                  habitaciones, un patio grande y unas escaleras hermosas, en una de
                  las casonas más…


               —¡Yo  conozco la casona maestra!, he pasado por ahí muchas veces,
                  está enfrenté de una plazuela —interrumpe Ramiro.


               —¡Sí!, ¿puedo continuar?


            La maestra, retoma el relato, con voz, clara y fuerte, logra captar la atención
            de todos los alumnos de grupo, prosigue diciendo:

               —Esa casona, fue una de las mejores construcciones de la época, se
                  dice que en ella se encuentra oculto un pasadizo secreto, una especie
                  de túnel, que el Conde de Sierra Gorda construyó con el único fin
                  de que cuando lo quisieran llevar preso, que lo quisieran atrapar o
                  se sintiera acorralado, huiría, por ese túnel. El túnel da a la iglesia
                  del pueblo, que se encuentra cerca de la gran casona, la salida de
                  ese túnel llega al altar de la iglesia, donde se ofician las misas. El
                  Conde de Sierra Gorda, sabía que era un buen escondite, porque
                  como la casa está muy grande, cuando terminaran de revisar todos
                  los rincones, él ya estaría fuera de ella, al salir por el túnel y lograría
                  escapar desde la iglesia.


               —Maestra, también conozco la iglesia, está preciosa y muy grande,
                  los domingos el padre oficia misa, mi tía siempre me lleva —dice
                  Ramiro.




                                                                                 47
   44   45   46   47   48   49   50   51   52   53   54