Page 53 - El desarrollo de habilidades socioemocionales desde la práctica docente en preescolar
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Consideraciones finales. Una perspectiva de innovación
permanente para la enseñanza en preescolar
La docencia es dinámica, emocionante y sobre todo trae consigo
satisfacciones que engolosinan la vocación por enseñar. Si se desea enseñar,
se debe de estar dispuesto a acrecentar su perfil profesional, a aprender
en posgrados, capacitaciones, literatura, así como de los alumnos que
diario tienen algo que enseñarnos, desde aprendizajes profesionales hasta
lecciones de vida. El reto será nunca permitirse dejar de aprender, no
caer en mitos y paradigmas sin la promesa de la búsqueda de un cambio
progresivo, volvernos agentes transformadores, que junto al alumnado
forjemos las vías de realidades contemporáneas.
La educación preescolar es imprescindible, una perspectiva de cambio
visualiza al docente como un catalizador social que provee oportunidades
únicas que propician el desarrollo del potencial humano de su alumnado
y por medio de su intervención hace posible la construcción de saberes,
actitudes y habilidades necesarias para la vida de un ser social en
construcción con la disposición de mejorar su entorno inmediato y global
con principios de justicia, equidad y respeto. Sabiendo que, como docentes,
permeamos nuestra propia visión de vida a los alumnos y ésta debe de ir
apegada al respeto, a la dignidad humana, al progreso responsable y el
bien colectivo.
El docente de preescolar deberá interesarse en conectar con sus alumnos,
velar por sus intereses y gustos, conocerlos a profundidad, ver a través de sus
ojos y anteceder estrategias para su bienestar y aprendizaje. La perspectiva
del humanismo es también ver al ser humano de cada uno de nuestros
alumnos, con sus virtudes, emociones, capacidades, rasgos distintivos y la
manera en que son capaces de resolver conflictos. Hacer de la evaluación
un ejercicio rico en observación que pueda ver los logros de los alumnos
como un pasaje hermoso de una película inacabable y con final optimista.
El jardín de niños irá tomando el lugar merecido ante la sociedad, como
el inicio de una educación además de formal, ética y congruente con lo
que se espera formar de las próximas generaciones. Siempre su narradora
ha pensado que la instauración de ideas a tan temprana edad conlleva
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