Page 30 - El magisterio y la vida en verso y prosa
P. 30
Si analizamos cada uno de estos términos, no son otra cosa que sentimientos,
emociones… ¿Y a qué seres en la escala zoológica se les atribuye la
capacidad de sentir, si no es al hombre y a la mujer?
Por eso, lo que hemos expresado hasta ahora son los sentimientos primitivos
manifestados en los primeros hombres hacia algo que admiraban, amaban
y reverenciaban, pero también temían, pues no comprendían el porqué
de sus cambios de tamaño y grado de luminosidad, hasta el momento de
desaparecer en la inmensidad del cielo.
El motivo por el cual le creaban ceremonias, ritos, danzas con sonidos
percutidos, sacrificios de animales; incluso de seres humanos, étc.
A medida que la cultura avanza se van despejando las incógnitas en los
diferentes ámbitos de la tierra, hasta llegar a nuestros días en que, ya
la vemos como compañera nuestra en diferentes momentos de nuestra
existencia y sus quehaceres y deshaceres, mientras dure nuestro viaje en
esta gran nave espacial llamada tierra.
Quizá si en vez de una, fueran dos como tiene Marte, 11 como Neptuno,
22 como Urano, 31 como Saturno, o 60 como Júpiter, nuestra atención por
ella sería más dispersa y no atenderíamos tanto de sus vaivenes.
Por cierto, lo mismo que sentimos por nuestra Selene deben sentir los
plutonianos por su solitaria Caronte.
En nuestro sistema planetario sólo ellos y nosotros contamos con un satélite,
pero al menos, tenemos más que Mercurio y Venus, que no tienen ninguno.
Aquí hago un paréntesis, porque llegó a mis manos un libro, cuya primera
edición está fechada en junio de 2006, de modo que es más reciente, se
titula La ciencia antigua y el misterio de la luna de Editorial Zenith, en la que
sus autores, Kristoper Knight y Alan Butler, a quienes se les presenta como
periodistas, escritores de éxito, con varios libros en su haber; historiador
uno e ingeniero el otro, y ambos amantes de la astrofísica, la astronomía
y la astrología, plantean desde la portada del libro, unas preguntas, que
28