Page 54 - Docentes que transforman vidas que forman...
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y neurociencia en la adolescencia; esta novedad implica un cambio
cultural en lo que tradicionalmente se enseñaba y en lo que
reproducen los docentes en las escuelas de educación básica; sin
embargo, es trascendental, pues articula el trabajo que durante años
parecía aislado y desconectado.
Nos encontramos pues, en el segundo escalón de la educación: las
emociones que son inherentes a la naturaleza humana y que habían
permanecido escondidas o mejor dicho reprimidas por los propios
sistemas al no considerar su relevancia en el proceso de enseñanza-
aprendizaje. Es preciso apropiarse de la responsabilidad que conlleva
comprender, gestionar y expresar las emociones en la escuela como
una forma de volverla más humana y sensible, siempre y cuando
se actúe con responsabilidad y compromiso, primero personal
(educadoras y educadores) para posteriormente realizarlo con las
y los estudiantes. El recorrido es largo y recién hemos comenzado.
El tercer escalón hace alusión a la interioridad, algunas universidades
como Harvard transitan en este nivel profundo de autoconocimiento,
el de la interioridad: lo espiritual. “Se refiere a la vida interior. Es
decir, a todo cuanto acontece desde el punto de vista de fenómenos
internos. Ésta tiene como vía la introspección que hace referencia
a la reflexión sobre sí mismo” (Bisquerra, 2014, p.6). ¿Cuántos
momentos se propician en la educación para explorar el mundo
interior? Es la pedagogía de lo interno el tercer escalón de la
educación que es aún distante, ya que rompe los paradigmas de una
escuela cuyo origen es la cognición y que transita por importantes
cambios pedagógicos, culturales y sociales.
La pedagogía de la interioridad puede visualizarse en estrategias
como: el mindfulness o desarrollo de la conciencia plena, la
meditación, la relajación y varias técnicas que durante centurias se
mantuvieron lejos de la escuela, pero que descubrimientos como las
neurociencias han venido a develar. En el caso de la Universidad de
Harvard han confirmado que la meditación reconstruye la materia
gris del cerebro en tan sólo ocho semanas, dicho estudio se relaciona
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