Page 17 - La educación, en la era del teléfono celular
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se desarrollaron a partir del manejo de la ciencia y el uso de la
            tecnología, que permitió modificar el entorno favorablemente para
            el hombre y su grupo social al que pertenecía, satisfaciendo algunas
            de  sus  necesidades  inmediatas.  En  este sentido, la tecnología
            es un elemento fundamental para entender las realidades de los
            fenómenos sociales, culturales y educativos.


            No resulta ajeno hacer mención que el estado que guardan la cultura
            y la sociedad está relacionado con la capacidad que tiene el ser
            humano para imaginar, producir, innovar, desarrollar y manipular
            artefactos, recurso de las concepciones científicas que más tarde
            propiciaron las acepciones tecnológicas inmersas en la modernidad;
            creando herramientas y máquinas, unas más sofisticadas que otras,
            que tuvieron como objetivo hacer del entorno (lugar de residencia,
            hogar, trabajo) un espacio más propicio, viable y práctico para vivir,
            reduciendo el esfuerzo físico que representaba ciertas actividades
            humanas y beneficiándose de la tecnología.


            La cultura es una creación humana que conlleva dotar de
            sentido a todas aquellas manifestaciones, acciones, creencias o
            conductas dadas dentro de un contexto social. Propiamente todo
            lo que involucra al hombre en las diferentes esferas de la vida
            social, económica, política, educativa, salud, artes, tradiciones o
            costumbres, constituyen la cultura. Así, la tecnología también es un
            producto cultural, originado en ideas que proceden del raciocinio y
            del intelecto humano, que se materializa en artefactos, de estructura
            simple o compleja, pero que de manera automática se vinculan con
            el hecho de hacer más favorables y prácticas las diversas actividades
            humanas.


            Daniel H. Cabrera en su obra  Movimiento y conexión, afirma que
            la tecnología implica vivir en un estado de novedad permanente
            (2006), lo cual hace alusión a una especie de carrera interminable
            en la que se ha involucrado la sociedad contemporánea y su
            dinámica en la producción científica-tecnológica, teniendo como
            resultado emergentes fenómenos tecnológicos inmersos en la era




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