Page 31 - Un docente preSNTE
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Los siguientes días son de leer varios trabajos para el ensayo juvenil,
en las horas libres, y si el compañero que tiene clase lo permite,
escucho y preparo a los jóvenes en el concurso de oratoria; cuando
no es posible, utilizamos el tiempo destinado a la preparación de su
examen de admisión para los competidores de oratoria.
Me gusta cómo están trabajando, están cansados a veces de esta
labor, pero es altamente gratificante y al ver su esfuerzo, ganas y
empeño, se me quita cualquier malestar.
—¿Y sí cree que pueda ganar maestro?, ¿en verdad cree que tenga
posibilidades?
—Claro, Diana, ¿por qué lo preguntas?, me encantó tu trabajo:
tiene citas bibliográficas, referencia histórica, manejas un
lenguaje científico y juvenil… ¡Me encantó esa combinación
que hiciste! La relación entre la mitología griega y la necesidad
del hombre por contar con una divinidad. Tomaste ese tema
de la clase y lo llevaste a un trabajo excepcional.
Veo su mirada, esperanzada, temerosa, no sólo de lo que pueda
decirle, más bien, de lo que expresen mis ojos, de que su trabajo no
fuera realmente satisfactorio, pero, lo es, ¡realmente lo es!
—No sé si realmente pueda, usted me lo dice porque es mi
maestro, pero…
—Diana, eres muy inteligente, y de los trabajos que has entregado
en clase siempre te pongo notas de otras fuentes para consulta,
ya sea en libros o páginas de internet. Me fascina cómo escribes
y fue muy agradable para mí que te inscribieras para participar
en el ensayo científico juvenil.
—Gracias, maestro, pero las notas se las pone a todos. Vi el
cuaderno de Juan y también tenía algunas direcciones y libros
para leer.
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