Page 30 - Los objetos del poder
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su vida, deseaba saber algunas cosas, además no sabía muy bien si sólo
podía hacer una pregunta o varias durante ese lapso de tiempo. Por ello,
tomó su libro y escribió: Aldebarán, en el instante que las letras azules
desaparecieron, se mostró ante él, Aldebarán, el espíritu que conoció
tiempo atrás, de inmediato Barto sintió algo muy impactante, como si una
parte dentro de su ser se escapara de sí, como si le extrajeran por la fuerza
un poco de aire, un pedazo de su alma.
Aldebarán comenzó el diálogo –¿Qué es lo que deseas saber?–, Barto
contestó un poco asustado por lo que le había ocurrido, –He planeado
desde que te conocí, una estrategia para lograr todo lo que deseo, ¿Mi
estrategia funcionará como la he planeado, sujetándose a mis tiempos?
Aldebarán carcajeo lento pero con fuerza…, tiempo dices tú, el tiempo
sólo es un invento de tu raza, en realidad eso no existe, se basan en la vuelta
que da tu planeta al sol, pero si estuvieran en otro planeta, su tiempo sería
completamente diferente, su órbita y distancia al sol serían muy desiguales,
lo que cambiaría todo, hasta el día y la noche, todo muere o se acaba, pero
resurge como otra cosa, nunca sabrán cuánto tiempo pasa en ese ciclo,
porque no tienen capacidad de pensar o formar recuerdos; por ejemplo, si
tu cuerpo es una flor, un insecto o cualquier tipo de materia.
El tiempo que tú y tu raza manejan es finito, todos los días acaba para
comenzar de nuevo, todos tienen 24 horas y deciden cómo emplearlas a
voluntad, pero el tiempo para mi es irrelevante. Algún día este planeta y
todo lo que hay en él, se extinguirá, surgirá otra civilización, otra raza, en
cualquier otra parte, que nunca sabrá la existencia de tu especie o tu mundo.
Barto estaba muy confundido, no terminaba de entender el sermón del
espíritu, pero Aldebarán continuó…, yo soy demasiado sabio, he existido
en este planeta desde su creación, y sé demasiadas cosas, pero no puedo
leer mentes, no sé cuál es el plan o estrategia que mencionas, deberías
comenzar por informarme primero de tus pensamientos y locuras, para
después poderme formular tus preguntas.
Barto con su gran inteligencia, quería escuchar algo similar, ya que sus
pensamientos y planeación a largo plazo involucraban demasiadas
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