Page 31 - Los objetos del poder
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cosas, incluso tal vez milagros, al romper las reglas del libro sin tener
repercusiones, y si Aldebarán no podía saberlo era una ventaja inminente
en sus planes. Barto se sorprendió un poco, porque Aldebarán no se había
ido aún, entonces preguntó –¿Cuántas preguntas puedo hacer cada vez
que te llame?–, a lo que Aldebarán respondió, –cada vez que me invoques
puedo quedarme a mi voluntad, soy invisible para cualquiera, porque no
hicieron la osadía que tú llevaste a cabo, aunque pudiera mostrarme si lo
quisiera, pero sólo unos muy pocos merecen poder verme o hablarme;
por todo esto, durante un lapso de tu tiempo podemos dialogar y puedes
preguntar cuantas veces quieras, pero nunca permaneceré contigo después
de la puesta de sol, porque no es mi deseo hacerlo. ¿Quieres decir que, si
quisieras estar conmigo después de la puesta de sol, sí podrías? Sólo que no
quieres –dijo Barto, en efecto, –contestó el espíritu.
Todo esto confundió mucho a Barto, el sermón sobre el tiempo, el
que nunca se quedaría Aldebarán después de la puesta de sol, pero si
quisiera hacerlo sí podría, su invisibilidad. Sólo tenía la opción de seguir
preguntando y aprovechar el tiempo que Aldebarán permaneciera a su
lado, haciendo cuestionamientos hasta que quisiera irse, después aclararía
ideas con calma.
Barto prosiguió, ¿cuántas personas han tenido el libro?, sólo cinco
–respondió Aldebarán, contándote a ti; no muchos han tenido el valor
de bajar esa larga cueva, yo siempre me encontraré en ese lugar cuando
alguien baje, pero puedo salir de ella sin ninguna dificultad, tus cuatro
antecesores fueron avaros y egoístas, aunque querían heredar el libro nadie
lo logró, la muerte los sorprendió primero, no quisieron dejar el poder que
éste les daba, creían que sabrían el momento justo antes de su partida al
más allá, pero no fue así, mi libro regresó a mí las cuatro ocasiones sin ser
heredado a nadie.
Barto comprendió algo importante, cuando conoció a Aldebarán éste le
dijo que escogiera muy bien sus palabras, porque la respuesta sería exacta,
pero esto no era del todo real, al espíritu le gustaba sermonear y contestar
la pregunta dando vueltas en su monólogo, esto podría servir de mucho a
futuro.
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