Page 58 - Entes y apariciones entre nosotros
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Ritual de despedida
Entonces empecé a notar que todo se relacionaba, que cuando
más triste estaba era cuando más cansado me sentía. No tenía ganas
de nada, y el dolor que había empezado en uno de mis brazos, ahora
estaba también en mis hombros, como si estuviera cargando algo,
y, además, había momentos en que sentía un escalofrío recorriendo
mi cuerpo, como advirtiendo que algo iba a suceder, sólo faltaba
saber, porqué todas las noches las cobijas terminaban en el piso, si
yo casi no me muevo.
Todo empezó ese verano, recuerdo que estaba esperando con
muchas ganas que llegaran las vacaciones, que terminara el semestre
y dejara la prepa por un rato. Sería formidable estar nuevamente
con la familia allá en el pueblo, dejar el bullicio de la gran ciudad,
así que el día que terminaron las clases, ya tenía lista mi maleta para
salir derechito a mi adorado terruño.
Llegué y toda mi familia me recibió con gran alegría, también
ellos estaban felices de tenerme, además, otros parientes estaban
llegando, la convivencia se ponía mucho mejor, ya que en ocasiones
salíamos a nadar o a comer al bosque.
Una tarde, uno de mis tíos me invitó para que al siguiente día
fuéramos a cortar árboles, por lo que accedí con mucho gusto, ya
que él y yo teníamos la misma edad, compartíamos muchos gustos,
así que, terminando el día preparé la ropa de trabajo y me fui a
dormir.
Al día siguiente, al alba, pasó el tío Sergio por mí, escuché el claxon
de su vochito y me levanté de volada, salí rápidamente. Mientras
iba hacia él, vi cómo su ayudante se pasaba para el asiento de atrás,
dejándome a mí el lugar del copiloto, así que me subí, los saludé y
nos fuimos platicando hacia nuestro bosque.
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