Page 55 - Entes y apariciones entre nosotros
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poder conseguir nuestro propósito, nos subimos al coche y empezó
            a manejar.


            Lo estaba haciendo bien, a pesar de que la lluvia seguía cayendo
            muy fuerte, así que dejé la preocupación a un lado, pero permanecía
            atento, ya que iba en el lugar del copiloto; además, estaba pensando
            en que la güera se había sentado en medio, en el asiento de atrás, por
            lo que, al llegar a su casa, que era la primera a la que íbamos a pasar,
            tendría que bajarse cualquiera de mis amigas que estaban junto a
            las puertas y se iban a mojar, pero bueno, ni modo, nada podíamos
            hacer, además, íbamos felices, ya que la fiesta había estado muy
            buena.


            Sin embargo, esa lluvia no sólo era parte de la naturaleza, también
            era un mal presagio de lo que el destino nos deparaba, pues sucede
            que, cuando ya llevábamos la mitad del camino recorrido, en una
            curva,  sorpresivamente,  salió  un  camión  muy  grande,  con  unos
            faros muy potentes que nos deslumbraron a mi amigo y a mí, al
            tiempo que Marco decía:

                —No puedo ver, no puedo ver.


            Las chicas gritaban del susto, ya que el coche estaba derrapando,
            hasta que sentí un golpe muy fuerte en mi pecho y me desmayé.


            No sé cuánto tiempo estuve inconsciente, pero cuando desperté,
            todo estaba en silencio, o tal vez estaba sordo, porque a lo lejos,
            muy a lo lejos, escuchaba gritos y llanto, sonidos que poco a poco
            fui escuchando más claros, cuando me pude reanimar, Marco
            tenía sangre en la cara, mis amigas que estaban junto a las puertas,
            lloraban, y la güera, que estaba en medio, no se movía, estaba con
            la cabeza hacia atrás, por más que le hablábamos y la movíamos, no
            reaccionaba, entonces nos dimos cuenta que, desafortunadamente…,
            había fallecido.






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