Page 43 - Preludio los días de mi juventud
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bien integrada y nos fuimos a participar en el Primer Campeonato
            Regional, que se realizó del 26 al 29 de diciembre de 1959, tal como
            lo marcaba la convocatoria.

            Este torneo fue un éxito, hubo equipos representativos de muchos
            pueblos costeños, al Comité Organizador y al presidente municipal,
            a la hora de hacer la declaratoria inaugural, sus corazones palpitaban
            con más aceleración de tanto gusto, estaban satisfechos porque el
            objetivo de unir a los pueblos de la Costa Chica se había logrado.


            Durante los cuatro días que duró el torneo, el pueblo de San Luis
            Acatlán entró en una dinámica de mucha emoción, los visitantes
            gozaron de las bellezas naturales, hubo apuestas, baile por las noches
            y festejos por parte de los equipos que iban ganando.


            Regresamos del campeonato realizado en San Luis Acatlán, el 29
            de diciembre por la tarde, con el trofeo del honroso 3  lugar. El 31
                                                                     er
            por la noche presentamos el trofeo en el baile de Año Nuevo, el
            organizador del baile le pidió al músico que tocaba la trompeta de
            la orquesta La sirena copalteca, un toque de atención para presentar
            a los integrantes de la  selección de Copala y el trofeo del 3  lugar
                                                                            er
            del Primer Campeonato Regional de Básquetbol de la Costa Chica;
            después de recibir las felicitaciones y los aplausos buscamos parejas
            y le tupimos macizo a los danzones, a los ritmos tropicales y las
            chilenas propias de nuestra región hasta que terminó el baile por la
            madrugada.


            Aparte de practicar el baloncesto, nombramos comisiones para
            visitar autoridades del Gobierno del Estado y plantearles las
            necesidades de electrificación, introducción del agua potable,
            pavimentación de la cancha de básquetbol (era de tierra compacta),
            y la construcción de una escuela primaria. Gracias al deporte ráfaga
            logramos una buena integración como colegiantes copaltecos; por
            las noches enseñábamos a leer y escribir a un grupo de jóvenes
            analfabetas, con la realización de estas actividades nuestra presencia
            se hizo sentir en el pueblo de Copala.




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