Page 41 - Preludio los días de mi juventud

que en septiembre salí electo en Asamblea General como Delegado
Fraterno al Congreso de la FECSM, que se realizaría en la Escuela
Normal Rural de La Huerta, Michoacán, los delegados fraternales,
sólo tenían derecho a voz, menos a voto, ni ser votados; ese fue
mi primer Congreso y mi primera experiencia en el campo de la
política estudiantil.

Fue en ese congreso donde conocí a dos líderes estudiantiles de
las escuelas normales rurales del país, cada líder tenía el don de
la persuasión, uno se llamaba Liberato Montenegro de la Escuela
Normal Rural de Aguilera, Durango, el otro, Lucio Cabañas de la
Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero.

Liberato en sus intervenciones sostenía que el sistema capitalista
era el mejor para nuestro país y como consecuencia convenía a
las normales rurales. Por su parte, Lucio Cabañas sostenía que en
México estaban dadas las condiciones para que en nuestro país se
instalara el Socialismo como sistema de vida.

El congreso terminó dividido, el comité que encabezó Lucio Cabañas
tuvo como sede la Escuela Normal Rural de El Mexe Hidalgo; el de
Liberato Montenegro, la Escuela Normal Rural de Tenería México.

En octubre, fui llamado a entrenar con la selección mayor de
básquetbol de la escuela que tomaría parte en la Jornada Deportiva
y Cultural de las Escuelas Normales Rurales del País, cuya sede era
Atequiza, Jalisco; no me perdí ningún entrenamiento, no llegué
al cuadro base, pero formé parte de la selección y nos fuimos a
competir a la escuela sede.

Antes de salir a la jornada deportiva, presentamos los exámenes
finales, los resultados fueron favorables, y como consecuencia,
recibí el anhelado certificado de primaria con promedio general
de 8.0; el documento estaba firmado y sellado por las autoridades
competentes y en el centro como fondo lucía el escudo nacional,
este documento era valioso para mí y para mis padres porque fue el

39