Page 36 - Preludio los días de mi juventud
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hicimos, el chofer tomó el volante y siguió por la carretera rumbo a
            Querétaro, pasamos ese estado y esa ciudad; más adelante, el chofer
            detuvo su camión en una gasolinera,  aprovechamos  el  momento
            para preguntarle al despachador por el nombre de ese lugar,
            con amabilidad contestó;  aquí  es Apaseo  El Alto,  Guanajuato;  le
            dimos las gracias, el chofer después de echarle gasolina al tanque
            y checarle el agua al radiador, hizo bujar su camión y una hora
            después, estábamos bajándonos del camión de redilas que le decían
            “El Pebeco”, el que lo manejó era “El Tobillo” y la escuela a donde
            llegamos era Roque Guanajuato, a partir de ese momento el nombre
            completo era, Escuela Normal Rural de Roque, Guanajuato.


            Luego de la asignación de dormitorios, ropa de cama, uniformes,
            horarios de clase y la entrada al comedor, no fue difícil adaptarme al
            ritmo de vida de mi nueva escuela. Escribí a mis padres avisándoles
            del cambio de escuela y del sistema, ahora estudiaría la carrera de
            profesor  normalista  rural;  que  aunque estaba  en sexto grado  de
            primaria, ahí mismo terminaría la carrera y saldría con plaza de
            maestro federal. Quedaron sorprendidos con esta nueva noticia,
            pero a la vez contentos porque en el futuro tendría el trabajo seguro.

            Con la información enviada a mis padres, se inició la comunicación
            con ellos a través del correo, llamado Servicio Postal Mexicano.


            En febrero de 1959 llegaron a Roque, alumnos de Xocoyucan Tlaxcala;
            Huichapan, Hidalgo; Jalisco, Nayarit, y por supuesto, los de Roque,
            Guanajuato.  En  los  salones  de clases  hicieron acto de  presencia
            estas inteligencias y la escuela de Roque empezó a transformarse
            y consolidarse como una de las mejores normales rurales del país.
            Hubo mayor acercamiento con la sociedad de Celaya, nuestra
            presencia en las escuelas primarias tanto en el medio rural, como
            en el urbano y la asignatura de observación escolar, permitió que
            los niños y sus maestros visitaran las instalaciones de la escuela de
            Roque, los viernes de cada semana, todo bajo el marco del Plan de
            Estudios de la Secretaría de Educación Pública (SEP), esas acciones




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