Page 62 - De este mundo... y del otro
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llevan, y el ambiente que se genera es muy feo, escucho sus gritos cuando
se están yendo, el terror de irse es indescriptible.
Y después de todo eso, tengo que volver y tratar de hacer una vida normal,
es difícil, tengo mi espiritualidad, profeso valores, pero es difícil comprender
lo que sucede simultáneamente en dos dimensiones distintas.
La otra ocasión, al salir de mi cuerpo, me encontré en una noche
tranquila, pude ver frente a mi casa, en un poste de luz, unos pájaros
como lechuzas, mirándome y atentos al contexto, de pronto, sentí cómo
una presencia me acechó, percibí claramente que tenía la intención de
atacarme, un frío recorrió todo mi ser, me sentí indefenso, cómo luchar
con algo que no tiene forma, que no tiene materia, es más, yo tampoco soy
materia, y la presencia, a la distancia, se acercaba, mi mente trataba de
buscar soluciones dentro de una base de datos vacía, pues la experiencia
era nueva.
Justo cuando la presencia estaba por atacar, una de las lechuzas voló
del poste, haciendo un arco horizontal en su recorrido por el aire, y con
sus garras atrapó a la presencia y se la llevó, se escucharon unos ruidos
espantosos y entonces los seguí; no, no volaba, la vida en esa dimensión es
diferente, con sólo el deseo de seguirlos, sentí el inicio de la persecución y
al siguiente momento sentí el final, había llegado, atrás de ellos, a un lugar
muy feo.
Vi como la lechuza iba llegando, con la cosa en las garras, con dirección
hacia una especie de montaña, con un lado completamente plano, como
despeñadero, en donde había una grieta vertical muy larga y frente a ella
un árbol enorme, pero sin vida, o al menos con una vida triste, ya que tenía
muchas ramas, pero sin follaje, en ese momento, la lechuza, haciendo un
intrépido giro, pasó muy cerca de la grieta y aventó a la cosa hacia adentro,
quedándose a reposar un rato en el árbol.
A pesar de estar a una distancia considerable, podía ver claramente lo que
sucedía, ese lugar era en donde se apresaba a la cosa mala y esa era la
razón por la que el árbol tenía ese aspecto, hasta donde me encontraba se
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