Page 61 - De este mundo... y del otro
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Se busca chamán
En ese momento, acostado en mi cama, me di cuenta que lo que había
sucedido no era un sueño, estaba muy cansado, nervioso, lo tenía todavía
en la piel, en la memoria, las imágenes vívidas de lo que acababa de pasar,
tenía miedo, volteé a la puerta, y allí estaba parado mi pequeño hijo,
viéndome fijamente, cuando él notó que me tranquilicé me dijo: —¿Qué
tal que te ayudé papá?, me sonrió y se fue a su recámara.
Entonces, pude comprobar que todo había sido cierto, pero, además, me
di cuenta de que tenía una conexión con mi hijo, y eso me espantaba aún
más. Empecé a tratar de recordar desde cuando me sucedía esto, lo que yo
creía que eran sueños, cosas que me alteraban por su naturaleza.
Así, mis recuerdos me llevaron a mi infancia, tenía alrededor de cuatro
años, recuerdo claramente que era de noche, estaba viendo mi casa, a mi
familia e incluso a mí, durmiendo, y eso fue lo que me desconcertó, cómo
podía estarme viendo a mí mismo, no me dio miedo, pero sí desesperación,
sentía que estaba como flotando en el aire, no podía verme, pero sí ver todo
lo demás, y la pregunta era, ¿cómo volver a mi cuerpo?
Seguí recordando, y me encontré con episodios en diferentes edades de mi
vida, en donde lo único que sucedió era, estar flotando en el aire, viendo a
mi familia y a mi cuerpo, todos plácidamente dormidos, y ahora que tomo
conciencia, una de tantas veces me habrá servido para aprender a volver.
Sin embargo, lo que me está sucediendo ahora me aterra, creo que todo
lo anterior me preparó para mi presente, pues, además de ver a la familia
que he conformado, también puedo voltear a ver más allá, y lo que veo no
es agradable.
En algunas ocasiones, he visto que mi casa y familia están en paz, pero, en
otras suceden cosas malas, puedo ver como presencias malignas, sin forma,
sin silueta, llegan hacia las personas y las hacen actuar negativamente, en
ocasiones, esas cosas no sólo provocan malas situaciones, sino que se los
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