Page 18 - Donde vive la imaginación
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tropezara junto con su carretón, provocando que todas las flores cayeran
sobre el señor Farol.
Al principio, mi amorcito no les hizo caso a las flores, pero cuando se
obscureció y mi farolito se encendió… ¡Wow! Era el farol más guapo que
había visto en todo el mundo. Se veía espectacular y entre todos los colores
de las flores resaltaba su marrón, único de él, perfecto.
Fue entonces que me armé de valor y le dije:
—Qué guapo señor Farol, me declaro enamorada de su color marrón, le
pido de corazón que me perdone por todo lo que pasó.
Desde esa noche, cuando todos duermen, el señor Farol se agacha para
darme un beso, así como se lo daría un hombre a su amada. Ésta es nuestra
historia de amor, y yo, perdidamente enamorada de él, me acurruco todas
las noches en su luz que no la cambiaría por nada.
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