Page 23 - Donde vive la imaginación
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jamás volver hablar del tema y la verdad que yo sabía se ahogó conmigo
en el silencio de mis hilos.
Con el tiempo, me encogí de la preocupación y ahora soy el suéter de Lula,
la muñeca de cabello rubio a quien Dolores cuida como a un bebe. En la
casa se escucha el cantar de Las Mañanitas. En una mesa, las velitas del
pastel son siete y, en el cuarto de Dolores, hay regalos de todos los tamaños
y colores; dentro del armario reina la incertidumbre una vez más. Pantalón
Roto se marchó encogido de costuras, sin decir palabra alguna.
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