Page 30 - Donde vive la imaginación
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A la mañana siguiente se abre la puerta; Gloria entra corriendo:
—Papá, cuando cumpla 10, quiero una llanta de regalo.
—¿Una llanta? —responde don Ramón.
—¡Sí, una llanta para nuestros viajes! Así mamá y yo sentiremos que
nos acompañas.
—¡No, eso es una mala idea! — sonríe Don Ramón— . ¿Te imaginas
cargar con la llanta para todos lados?
Al ver la cara desilusionada de Gloria, su papá le propone elegir una
llanta, la que más le guste. Desde que me vio le encanté, creo que, por mis
manchas de jirafa, no tengo idea para que me pudiera usar una niña, peso
tanto que no puede conmigo.
¡Ay, porqué me pegan tan fuerte con el martillo!, casi pierdo el conocimiento,
dormí por varias horas. Al despertar don Ramón había hecho de mí una
bolsa para Gloria. ¡Cómo leen!, una bolsa de llanta amarilla con manchas
color café.
Volví a recorrer las carreteras, claro que ahora acompañando a Gloria en
cualquier parte del país donde baila su mamá, quien es una gran bailarina.
En estos momentos estamos viendo su participación en el concurso: Los
amantes del tango; el tintineante sonido de la campana anuncia que pronto
acabará la ronda del baile. Estoy justo arriba de la mesa observando, al ver
tantos giros tengo vértigo, creo que voy a caer al suelo, por fortuna Gloria
me aprieta con todas sus fuerzas. Inquietas, esperamos los resultados del
concurso; al dar a conocer el primer lugar, el público grita jubiloso porque
es la mamá de Gloria. ¡Les encantó!
¡Ayer en los periódicos fuimos la nota nacional, hasta salgo en la fotografía
de la premiación!
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