Page 148 - El magisterio y la vida en verso y prosa

A lo mejor alguno de ustedes, le ha cantado a su dama en turno, aunque
hubieran tenido cada noche un amor ¡Oye, te digo en secreto que te amo
de veras, que sigo de cerca tus pasos, aunque tú no quieras...!

Había canciones para todos los gustos ¿Se acuerdan de Nosotros?, que
uno de sus versos decía: ... ¡Nosotros, que nos queremos tanto, debemos
separarnos, no me preguntes más, no es falta de cariño, te quiero con el
alma, te juro que te adoro y en nombre de ese amor y, por tu bien, te digo
adiós...!

Hubo muchas versiones acerca de esa renunciación, desde que el
compositor estaba tísico o sifilítico, hasta que se había metido a monje,
cura, o algo así, lo cierto es que como canción, era precioso interpretarla.

Saliendo de la normal inicié mi magisterio y le di vuelta a la hoja de la
historia de mi vida, pues, como dice una de esas bellas canciones que
retratan buenos y malos amores:

¡Caminos de ayer, pasado de un romance que fue,
caminos donde sangrara mi corazón,
recordar su amor, es volver a vivir
las horas que ya se fueron no volverán jamás!

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