Page 169 - El magisterio y la vida en verso y prosa
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dañarla ni ofenderla, sin envenenar el agua que generosa nos lega. Yucatán
            es nuestra tierra; fue tierra de nuestros padres y será de nuestros hijos y los
            hijos que ellos tengan.

            ¡No habrá riqueza en el mundo ni nada que se parezca a tener buena
            salud, tan sólo con respetary vivir en comunión con la bondad de la tierra!


            III. ¡Campesino!...


            ¡Campesino, levántate, es hora de empezar tu labor! ¡Es hora de abrir el
            surco y plantar la simiente que llenará tus trojes de granos en sazón!


            Levántate temprano que ahí por el Oriente brilla de nuevo el sol, aquel
            que tus mayores adoraron por siempre y le diera a su raza grandeza y
            esplendor.


            ¡Levántate y trabaja, que ahora la tierra es tuya, hazla vivir y canta tu
            regional canción, viste el suelo de verde, que su riqueza fluya, como fluye
            la sangre de tu gran corazón!



































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