Page 177 - El magisterio y la vida en verso y prosa
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He aquí el colofón de don Alfonso X, el sabio, para con sus maestros:
“...Y si, por desventura, algún maestro enfermase después de iniciado
el estudio, de tal modo que por la grave y larga enfermedad se viese
impedido a enseñar, mandamos que se le dé el salario igual que si
hubiese enseñado todo el año. Y, si sucediese que llegase a morir por
culpa de la enfermedad, sus herederos deben también percibir su
salario, como si aquél hubiese enseñado todo el año escolar”.
¡Amén!
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