Page 182 - El magisterio y la vida en verso y prosa

Un aniversario con sabor a magisterio

El sábado 3 de agosto de 2019, la generación 1970-1973 “Ermilo Abreu
Gómez” de maestros-alumnos egresados de la institución que fuere el Alma
Máter de miles de maestros mexicanos, que tuvieron así la oportunidad
de graduarse profesionalmente para continuar ejerciendo una de las más
nobles tareas creadas por el hombre para su propio beneficio, la de la
educación de sus pueblos.

Nos referimos al glorioso Instituto Federal de Capacitacion del Magisterio,
aquél que fue calificado en su momento por el prestigiado pedagogo
John Dewey como la normal más grande del mundo. Porque eso fue
precisamente esta gran institucion, concebida por uno de los mexicanos
más preclaros de nuestra historia contemporánea, el licenciado Jaime
Torres Bodet, y autorizada plenamente por el Presidente de la República
entonces en funciones, Gral. Manuel Ávila Camacho.

De esta forma, el 30 de diciembre de 1944 se publicó el Decreto de su
creación y en marzo de 1945 inició sus funciones.

El México postrevolucionario necesitaba con urgencia ser instruido
y educado, no únicamente alfabetizado, sino con la obtención de
conocimientos que fueran la base firme, imperecedera, que proyectara
a sus ciudadanos hacia otros niveles educativos, con mirada hacia
una profesionalización futura en cualquier campo del saber; pero el
panorama era sombrío. El país carecía del número suficiente de maestros
profesionalmente certificados como tales, que pudieran cubrir todo el
ámbito nacional.

Hasta entonces, cada entidad federativa contaba con un escaso número
de personas ejerciendo como maestros y, de entre éstas, el porcentaje de
graduados en escuelas normales era mínimo.

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