Page 17 - El arte en la educación y los procesos de aprendizaje creativo...
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Del desarrollo del instinto en etapas tempranas devienen dos tipos
de actitudes. La más fructuosa es la que se relaciona con la actividad
creativa, es aquí donde el ser humano aprende a reinventarse, se
interesa por el movimiento que produce la evolución y el proceso
mismo, busca situaciones cada vez más complejas, busca la creación
y, por ende, crearse a sí mismo. Así pues, si el ambiente en el que
se desarrolla la infancia es el de la exploración creativa, sus mundos
interior y exterior estarán en concordancia con ese instinto.
En el polo opuesto encontrarnos la actitud pasiva, la cual viene
acompañada del miedo al cambio y la comodidad que resulta de
lo inmóvil, esta actitud de negatividad Heriberto Yépez (2010) la
plantea como un desajuste: “Uno se vuelve tonto por un sistemático
desarreglo de los sentidos. Ser tonto significa haber sido estropeado
de niño y luego estropearse uno mismo para evitar comprenderlo”,
y es que si “el tonto es un disfraz y ser tonto resguarda” (p. 120), esta
actitud que se resiste a la actividad es protectora y bien acomodada.
Cabe aclarar que el hecho de “ser tonto” no es en el sentido de la
ausencia de capacidades, sino en el de “hacerse el tonto”, es decir,
asumirse por decisión propia como incapaz, ocultando la capacidad,
puesto que implica el esfuerzo.
Lo que aquí se distingue como actitudes activas y pasivas, Bertrand
Russell lo denomina voluntad de poder, esto implica que “construimos
cuando producimos una estructura prefijada y destruimos cuando
dejamos en libertad a las fuerzas naturales para alterar su estructura
actual, sin interesarnos en producir una estructura nueva” (Russell,
1967, p. 102). Encontramos pues, que el instinto detona dos
posibilidades de acuerdo a las opciones de desarrollo y estímulo
externo: la creación o la destrucción. Si el instinto creativo no se
desarrolla en etapas tempranas, entonces prevalecerá el instinto
destructivo; no parece un disparate pensar que parte de las causas
de la destrucción humana y la aparente imposibilidad de los diálogos
interculturales, pudieran estar relacionadas con el desinterés hacia
la oportunidad de desarrollo creativo que, en cierto modo, ofrecen
las disciplinas y la educación artísticas como parte fundamental del
desarrollo educativo y creativo en niñas, niños y adolescentes.
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