Page 91 - Los objetos del poder
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siete mujeres se molestaron mucho con él, como si hubiera tenido la culpa
del acontecimiento, no era su culpa, pero en fin, terminó siendo regañado
y excluido por sus reinas, una semana completa, hasta que poco a poco les
disminuyó la ira y el rencor.
Por otro lado, René viajaba a los lugares con mayor población, reunía
a las personas de pueblos cercanos y los instruía en el combate y arte
de la guerra, como nunca se había reunido todo el inmenso ejército,
era necesario que él fuera e instruyera batallones, informando cómo se
manejarían las órdenes al momento de un ataque real. Por el momento
seguían siendo simulacros y entrenamientos, cuando se percataba que en
ese lugar el escuadrón estaba listo, se iba a otro sitio para seguir adiestrando
e instruyendo a nuevos reclutas y soldados. Siempre comunicándose con
el emperador Barto y enviándole informes de todo lo que acontecía. Esto
era fenomenal para el rey, René hacía casi todo el trabajo y siempre lo
mantenía informado, era sumamente eficiente y le quitaba muchísima
carga en cuestiones bélicas.
En cuanto a cuestiones familiares, Barto era muy unido, tanto a su padre
Albus, como a su madre Murta, su padrino Clorif y su amigo Marco,
pero especialmente con sus hijos y esposas, a todos les brindaba tiempo de
calidad, amor y cariño.
Lucas y Sofía, los hijos de Ánni, disfrutaban mucho la compañía de su
padre, frecuentemente estaba con ellos y con su madre, jugaban y se
divertían bastante, de vez en cuando Barto les preguntaba cuestiones
relacionadas con sus clases y ellos demostraban el conocimiento
adquirido.
Joaquín era un tanto serio, continuamente filosofaba y le gustaba pensar
varias alternativas de solución a problemas de diversa índole, junto a su
madre Rousse y su padre platicaban la historia de cómo Barto, un simple
viajero rescató a su madre de los malos tratos de sus familiares, como si
fuera un cuento de hadas donde un príncipe salva a su princesa, siendo que
en ese entonces aún no tenían esos nombramientos.
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