Page 70 - Empatizando. Relatos para jóvenes
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torceduras. Fui muchas veces, creo que por lo menos, una vez
por semana estaba en la clínica haciendo valer mi derecho como
paciente para pasar a medicina familiar, pero muchas veces pasé
también por otras especialidades como cardiología, psiquiatría,
ortodoncia, neurología, ginecología, nutrición, pasé por todas
menos por urología, que es más bien para los caballeros. Creo que
así fue como empezó a crecer mi expediente clínico. Conocí a todos
los médicos y las enfermeras, también me hice amiga de los de la
cocina y la intendencia, de la recepción y de urgencias, estar ahí era
como estar en mi casa.
Cuando un médico psiquiatra (muy joven) llegó a la clínica me
diagnosticó síndrome de Münchhausen, él dijo que yo simulaba
deliberadamente los síntomas de una enfermedad para recibir
atención médica o ser hospitalizada. Me hizo ver que al revisar mi
expediente había detectado mi gran incidencia a tener accidentes,
caídas, raspones, luxaciones e incluso desmayos, dijo que podría
deberse a que de alguna manera yo provocaba eso para poder ir a
solicitar atención médica.
Puso atención en mi expediente sobre la vez que ingresé por haber
ingerido tóxicos y que llegué a urgencias vomitando, pero que,
ya estando ahí internada y bajo observación, todos los síntomas
desaparecieron por arte de magia, porque yo estaba feliz de estar
internada con una aguja intravenosa en mi brazo. Debo decir que
siempre recibí tratos y atención especial por haber estado internada,
todos me trataron muy bien.
Para entender más lo que me pasaba, me pidió que le hablara de
mi infancia, necesitaba comprender porqué razón era que, para
sentirme viva, yo tenía que estar en los hospitales. Me pidió recordar
mi infancia, eso fue muy doloroso; yo me di cuenta de que cuando
era pequeña éramos muchos hermanos, mi papá se había ido para la
ciudad a trabajar y a mí no me hacía caso nadie, creo que sobreviví
como pude, comí porque tomaba comida, viví porque me cuidaba,
pero siempre me sentí como si fuera invisible a los ojos de todos,
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