Page 16 - Las gañas del perro y otras historias del lado oscuro
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Sobra decir que no había un solo médico en los alrededores, sólo
existían algunos hierberos y curanderos a los que acudían las
personas con cualquier tipo de malestar. Las enfermedades que en
otros lugares se podrían considerar no graves, en este lugar casi
siempre resultaban mortales debido a la falta de servicios médicos
calificados.
El hospital más cercano se encuentra a más de dos días a pie, cerca
de la ciudad de Oaxaca. La mayoría de los enfermos no sobrevivían
al viaje. Sobra decir que el único medio de transporte era el burro y
en el mejor de los casos, el caballo.
Fidel siempre vivió bajo el yugo de un padre que lo maltrataba casi
por cualquier razón. Al fallecer su madre, el padre de Fidel buscó
otras parejas, pero la presencia de un hijo siempre fue considerada
por él como un obstáculo para poder consolidar una nueva relación.
Lo cierto era que debido a su mal carácter y su adicción al alcohol
las mujeres lo evitaban.
En cierta ocasión, después de una cita que terminó muy mal, su
progenitor descargó toda su ira en el pobre joven que había olvidado
comprar semillas para la siembra de la temporada. Fidel no pudo
dejar la cama por dos semanas debido a la salvaje golpiza. El carácter
iracundo de su padre hizo que Fidel se alejara cada vez más de él,
padre e hijo podían pasar semanas sin dirigirse la palabra.
El joven Manzano trabajaba de sol a sol cosechando el maizal ya que
la salud de su padre se deterioraba rápidamente a consecuencia de
la edad y sus vicios. Sin darse cuenta, él se había convertido en el
único responsable de las cosechas y la crianza de animales de corral.
Tres años después, cuando Fidel cumplía 21 años, su padre moría
de cirrosis.
Sentimientos contradictorios se acumulaban en la cabeza de Fidel.
La persona que lo había hecho sufrir desde que tenía uso de razón,
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