Page 30 - Preludio los días de mi juventud

permitiera ayudarle a recoger balones a la hora del entrenamiento,
aceptó y de esa manera tuve la oportunidad de acercarme a los
seleccionados, que en su mayoría eran de 2 y 3 de secundaria, me
do
ro
hice amigo de cada uno de ellos, poco a poco aprendí la técnica y las
reglas del deporte ráfaga.

Terminó la jornada, y, dicho sea de paso, fue la última, más adelante
explicaré el motivo. El director nos felicitó por nuestra buena
participación, muchos maestros se unieron a esta felicitación, y nos
informó que a partir del siguiente día podíamos irnos de vacaciones
y regresar a finales de enero de 1959.

Quiero aclarar que los grupos complementarios de 5º y 6º grado,
no tenían derecho a vacaciones, se quedaban de guardia para dar
de comer a los animales propiedad de la escuela, pero yo que había
participado en la Jornada Deportiva y Cultural, me iba de vacaciones;
después de cumplir con todos los requisitos del Reglamento de
la Escuela, salí rumbo a Copala, cuyo trayecto era San Martín
Texmelucan, Puebla, Ciudad de México, el Puerto de Acapulco y
Copala. Llegué el 29 de noviembre para gozar del periodo vacacional
diciembre-enero.

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