Page 62 - Una vida dedicada a la enseñanza
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Y en ese instante, prometió que nunca olvidaría sus raíces, que
siempre honraría a aquellos que vinieron antes que ella y que haría
todo lo posible por transmitir ese legado a las generaciones futuras.
Con los años, María se convirtió en una alumna destacada. Su
pasión por la historia y las historias que Margarita compartió con
ella, se convirtieron en el combustible que alimentaba su curiosidad
insaciable. En clase, siempre estaba lista para participar y discutir,
y a menudo planteaba preguntas que hacían reflexionar a sus
compañeros y a la maestra sobre la materia.
Un día, después de una animada discusión sobre la Independencia
de México, la maestra García se acercó a María y le dijo: María,
tu entusiasmo y conocimiento sobre estos temas son realmente
impresionantes. ¿Alguna vez has considerado ser maestra?
María se sonrojó, aunque siempre había sentido un profundo respeto
por sus maestros y había disfrutado aprendiendo de ellos, nunca
había considerado seriamente la enseñanza como una carrera. —No
estoy segura, maestra. Siempre he pensado en la enseñanza como
una responsabilidad muy grande, –respondió María.
La maestra García sonrió, lo es, pero también es una oportunidad.
Una oportunidad de influir en las vidas de los jóvenes, de inspirarlos
y guiarlos; y creo que tú podrías ser una excelente maestra.
Las palabras de la maestra García plantaron una semilla en la
mente de María. Comenzó a observar más de cerca el impacto que
los maestros tenían en sus estudiantes. Vio cómo algunos de sus
compañeros, que antes se mostraban desinteresados o desmotivados,
cambiaban su actitud gracias a las palabras y acciones de un maestro
comprensivo y dedicado.
La idea de convertirse en maestra empezó a tomar forma en su
corazón. María pensó en cómo podría combinar su amor por
la historia y las historias familiares para hacer la materia más
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