Page 68 - Una vida dedicada a la enseñanza
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recuperada, y de la importancia de recordar y honrar a aquellos
            que vinieron antes. También contó anécdotas más ligeras, como las
            fiestas del pueblo y las travesuras que hacían de jóvenes.

            María escuchaba con atención, tomando nota mental de cada
            detalle. Sabía que estas historias eran una herramienta invaluable
            para enseñar historia, valores y cultura a sus estudiantes. Quería
            que los niños supieran de dónde venían, que entendieran las luchas
            y sacrificios de sus antepasados, y que se sintieran orgullosos de su
            herencia.


            Al despedirse de don Ernesto, María se sintió inspirada. Tenía una
            nueva idea para una serie de lecciones que no sólo serían educativas,
            sino que también fortalecerían el sentido de identidad y pertenencia
            de los niños. Decidió que comenzaría a integrar estas historias en
            sus clases, haciendo que la historia cobre vida a través de relatos
            locales y personales.


            Al día siguiente, María inició la clase de una manera diferente. En
            lugar de abrir los libros de texto, colocó en el centro del salón un tapete
            tejido, rodeado de velas y objetos antiguos que había recolectado
            del pueblo. Los niños, curiosos, comenzaron a murmurar entre sí,
            preguntándose qué estaría planeando su maestra.


            ¡Silencio, por favor!,  –pidió María, y todos los ojos se dirigieron
            hacia ella. —Hoy vamos a aprender historia, pero no de la manera
            en que estamos acostumbrados. No vamos a leer fechas ni nombres
            desde un libro. En cambio, viajaremos en el tiempo, a través de las
            historias que nuestros antepasados nos han dejado.


            Tomó una vieja foto sepia que mostraba a un grupo de hombres a
            caballo. —Esta foto, –comenzó, fue tomada durante la Revolución
            Mexicana, y uno de los hombres que ves aquí, es el abuelo de don
            Ernesto.







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