Page 16 - El desarrollo de habilidades socioemocionales desde la práctica docente en preescolar
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como un hombre justo y sobre todo mediador, cuando el director deseaba
expulsar alumnos por diferentes faltas, la mayoría provocadas por una mala
orientación y ambientes familiares realmente complejos, mi padre pedía otra
oportunidad para ellos; mientras alumnos que llegaban expulsados de otras
escuelas y sentían temor de nuevamente ser rechazados, mi padre aplicaba
borrón y cuenta nueva; viendo en ellos a seres humanos factibles de éxito,
sea cual fuere su origen. Un día después de algunas travesuras efectuadas
por mis amigos y por mí, fuimos a parar a la subdirección y la consecuencia,
como él la llamó, fue para todos sin distinción, ya en casa me regaló Ética para
Amador y me dijo que yo decidiera que era bueno o malo para mí.
En la secundaria también conocí al profesor Francisco, aunque lo conocía
por mi padre por ser amigo de la familia; en la escuela y como profesor,
se transformaba en un líder, con alumnos con características diversas, su
talento consistía en que a todos nos hacía interactuar fuera del aula (que sin
duda en cualquier otra materia nos hubiéramos hecho la pinta) destacando
las habilidades de cada uno para así designarnos tareas, como buscar por
toda la secundaria los materiales reciclables necesarios y emplear nuestra
creatividad para lanzar en medio del patio desde una cuerda, un objeto en
movimiento para medir su velocidad y así calcular su peso, sin chantajes
de reportes, ni apercibimientos de no irnos, pues los que estuvimos y
aprendimos, deseábamos estar allí.
En preparatoria tuve maestros inteligentes y creativos, algunos desde las
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), otros desde juegos
o competencias de contenidos donde deseabas ganar por conocimiento
y no por calificación. En esa etapa de mi vida, se presentó una de las
decisiones más importantes, la elección de mi carrera profesional. Cuando
tenía oportunidad acompañaba a mi madre Diana a su trabajo, ella era
profesora de educación especial en preescolar (en el área de lenguaje y
comunicación), y al verla trabajar con alumnos de diferentes capacidades
y formas de aprender, me hicieron reflexionar acerca de lo importante que
es promover la inclusión en una sociedad justa. Ella se alegraba por los
pequeños y grandes logros de sus alumnos, pues no nada más enseñaba
para el grado próximo, sino también para toda la vida, veía en ellos seres
con potencial.
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