Page 107 - El magisterio y la vida en verso y prosa

Aunque yo, hace mucho tiempo que rebasé esa edad, de todos modos
actualmente tengo seres queridos que ya se encuentran en ese periodo
cronológico de su vida y, además, tenía un intertexto que es común a todos
los que estemos en la rampa descendente. Reproduzco:

¿Cómo hacer para que esta longevidad no sea una acumulación de
dolencias y enfermedades, sino una etapa vital, plena de experiencias y
desarrollo personal?

El que escribe, que por cierto no se identifica, nos informa que el Dr. Juan
Hitzig, al que alude en sus ensayos, responde a estas interrogantes con
ánimo festivo, declarando las palabras que inician este artículo a modo de
epígrafe.

Al considerar este afamado gerontólogo que el cerebro es un “músculo”,
escribiendo esta palabra entrecomillada, nos remite a pensar que aquél
se está ejercitando permanentemente, como cualquier otro músculo del
cuerpo.

Luego de una serie de razones para justificar este mecanismo biológico,
el cual relaciona con la energía neuroquímica y las hormonas, de cuyo
funcionamiento, cuando suele ser negativo, pueden producir en el
organismo diversos tipos de malestares físicos, enfermedades serias e
incluso la muerte. Así de determinantes son.

Lo novedoso de la teoría o planteamiento del Dr. Hitzig es que ha
desarrollado algo que denomina alfabeto emocional, clasificando las
conductas por sus iniciales. Por ejemplo con inicial R:

Resentimiento/Rabia/Reproche/Rechazo/Resistencia/Represión.

A éstas les atribuye este médico el ser generadoras de cortisol, una poderosa
hormona que produce el estrés, el cual, de permanecer por mucho tiempo
en el torrente sanguíneo, asegura que, puede ser letal para las células
arteriales, ya que aumenta el riesgo de adquirir enfermedades cardio-
cerebro-musculares.

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