Page 111 - El magisterio y la vida en verso y prosa
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Ricardo López Méndez, cuyo rostro, hermoso y varonil, me miraba desde
la portada de su libro Poesía y pensamiento, que momentos antes había estado
leyendo, por sólo el placer de disfrutar de su verbo y cadencia literaria.
Para calmar mis ansias de novillera dejé la pluma y volví a tomar aquel
libro con reverencia. Pero don Ricardo estaba ahí, no me cabe la menor
duda, porque me hizo abrir su libro precisamente en la página donde
su composición titulada Sueldo, me salió al paso y, después de leerla,
comprendí que era el colofón preciso de lo que antes venía comentándoles.
Algo más me hizo comprender su lectura; que esos seres dotados de un
verdadero genio literario son capaces de hacer un hermoso poema, de
cualquier tema, por prosaico que éste sea.
Por eso quiero compartir con ustedes aunque sea un fragmento del mismo;
el poema completo se encuentra en la página 74 del libro en cuestión.
Sueldo
“Después de todo qué me importa el mundo si me lo van a dar
en sueldos, en abonos, a pedazos, y sin otro propósito que ponerle
retardos, a lo que bien pudo ser goce íntegro.
Hoy no es igual que mañana. Hasta las palabras tienen auroras de
esperanzada plenitud en otro día. Y si hoy no es igual que mañana,
si mañana tendré que rasurarme y, sentiré nuevos brotes en el agro
interno, no sé porqué razón me seguirán pagando lo mismo, lo
mismo..., lo mismo, igual que ayer en un imperativo...”
¡Gracias, maestro de maestros, por recordarnos que en la vida hay que
reír, aunque el alma llore!
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