Page 68 - Docentes que transforman vidas que forman...

El tercer camino de comunicación es el del corazón, cuyas ondas
son más amplias que las del cerebro. Se ha encontrado que bastan
30 minutos para que dos personas sincronicen sus corazones.
Si estás preguntando si deben platicar, interactuar o hablar la
respuesta es No (basta con permanecer en silencio). Así mismo, los
neurocientíficos demuestran que la relación entre el corazón y el
cerebro se debilita cuando las personas tienen Alzheimer, cuando
pierden la memoria. De igual manera cuando se habla expresando
emoción, es decir, con mayor efusividad la sincronización se genera
de mejor manera; además se ha identificado que la sincronía corazón
a corazón es mayor con la madre, el padre y en tercer sitio, con las
maestras y maestros. (Castellanos, 2023)

Las tres vías de comunicación que aquí se presentan implican
repensar lo que comunico, pero, además cuidar cómo estoy en mi
interior. Eso también se transmite. No sólo los datos, la información
y las actitudes. Ante ello surge la interrogante:

¿Qué podemos hacer en nosotros mismos para producir cambios
positivos en los demás?

Si comunico en todo momento, cuando voy en la calle, al impartir
una clase, el viajar en un taxi, al ir de compras a un centro comercial.
¿Qué puedo hacer para que mi corazón esté lo mejor posible? Es
preciso reflexionar sobre cómo cambiar desde mi interior para que
la sincronía que proyecto a mis estudiantes sea positiva y favorezca
sus procesos sociales, emocionales y de aprendizaje. Ese es el reto.

Me quedé pensando en la analogía de la guitarra. ¿Cuál sería la clave
que emites al alumnado?, ¿será necesario afinar el instrumento?...

Tip emocional

Identifica tu estado emocional antes de cada clase. Si es preciso
medita, haz ejercicio, ríe e intenta proyectar en pensamiento y acción
aspectos positivos a la clase (sincronízate de manera positiva).

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