Page 71 - Docentes que transforman vidas que forman...

Las propuestas que se esbozan surgen de las disciplinas del desarrollo
humano, las neurociencias, la neuroeducación, la didáctica, la
pedagogía y principalmente el trabajo con las emociones.

El recreo cerebral

¡Profe me encantó su clase!, es una expresión que nos gustaría
escuchar de forma recurrente. Uno de los aspectos que favorecen
el proceso de enseñanza-aprendizaje es el uso de recreos cerebrales
¡Sí!, escuchaste bien, el recreo no sólo es de la escuela sino que
también nuestro cerebro requiere ciertos descansos para seguir
trabajando. Este término ha sido acuñado por la neuroeducación
para sugerir la necesidad de descansar de la actividad académica,
es decir, prestar atención a otro aspecto (no el escolar). Éstos son
el símil de lo que la Secretaría de Educación Pública denominó en
algún momento “pausas activas”, entre comillas por mal manejo y
desinformación que se generó en su implementación. Para no entrar
en controversias denominaremos a las actividades dirigidas con una
intención de despejar, relajar y centrar la atención de esta manera.
De acuerdo a Coto, se denominan recreos cerebrales a:

Los espacios en donde el cerebro deja de estar en una etapa
de alerta continua y utiliza otras actividades cognitivas para
retomar la atención bidireccional entre docente y estudiantes,
cabe recalcar que los recreos cerebrales no son espacios de
distracción o descanso, ya que nuestro sistema cognitivo
no para de reaccionar, siguiendo con la conceptualización
el docente debe de emplear los recreos cerebrales para
crear ambientes armónicos dentro del contexto áulico, de
tal manera, que se logren aprendizajes únicos, llamativos
y significativos en los estudiantes. (García & Villón, 2023,
p.12)

Con el uso de esta estrategia se promueve una mejora en el
ambiente de aprendizaje que influye en los procesos de enseñanza-

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