Page 82 - Docentes que transforman vidas que forman...
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es común la expresión, ¡préstame atención!, sin embargo, jamás nos
            han enseñado cómo lograrlo, ¿cómo prestar atención?, y, ¿cómo
            captar la atención del estudiantado?

            Un elemento que precisamente contribuye a la atención y por ende
            al aprendizaje, es la creatividad, miles de escuelas se preocupan
            incansablemente del contenido, el aspecto burocrático, cubrir el
            programa, dejando de lado el espíritu creativo e innovador que cada
            estudiante trae consigo. Como ejemplo el dibujante y creador de los
            Simpson, Matt Groening, vivió en carne propia lo que es una escuela
            que no aceptaba su creatividad. Éste revela cómo sus profesores
            desconfiados le decían que dejara de dibujar, hasta que una maestra
            lo alentó, descubrió su talento y forjó en él esperanza. Es a ella a
            quien dedicó uno de sus personajes y años después al volver a la
            escuela constató que uno de sus dibujos seguía colgado en la pared.


            Promover el espíritu creativo y aceptar que la escuela no
            siempre formará profesionistas es un reto mayor, implica pensar
            divergentemente, “mirar fuera de la caja”. En su lugar, hay que pensar
            que de las escuelas surgirán profesionistas, pero también buenos
            mecánicos,  electricistas,  fontaneros,  pintores.  Pero  no  siempre
            profesionistas, porque el corazón “su elemento” está en dedicarse
            a un oficio, a un negocio, al arte. Hay que ser creativos para pensar
            de manera divergente y más aún para potencializar los talentos de
            cada estudiante. Esa es también labor de la escuela “La finalidad de
            la educación es capacitar a los alumnos para que comprendan el
            mundo que les rodea y conozcan sus talentos naturales con objeto de
            que puedan realizarse como individuos y convertirse en ciudadanos
            activos y compasivos”. (Robinson & Aronica, 2015, p.11)


            En Villa de Álvarez, Colima, México, existe una escuela secundaria
            denominada de “talentos”, que es única en sus características y que
            fortalece las diversas habilidades y talentos específicos de las y los
            estudiantes. Cuenta con un programa de enriquecimiento curricular
            donde además de los contenidos oficiales se puede cursar: inglés,
            francés, alemán o chino mandarín, además de los deportes comunes



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