Page 81 - La educación, en la era del teléfono celular

que mejor se ha adaptado a la irrupción del teléfono celular en su
formación, desarrollando habilidades técnicas, operativas del uso
y manejo de sus dispositivos y demás recursos que se encuentren
ligados a una red de conectividad para el desarrollo de sus
actividades escolares, las competencias digitales propias entre las
niñas, niños, adolescentes, y se ponen a prueba en muchos de los
espacios académicos; hoy la alfabetización digital es una constante,
muchos de los procesos pedagógicos son influenciados por el uso de
la tecnología educativa, que propicia el logro del aprendizaje a partir
de estrategias didácticas que resultan activas apoyadas de soportes
tecnológicos.

Las niñas, niños, adolescentes y jóvenes se encuentran inmersos
en lo que Coll y Monero (2008) llaman alfabetización multimedia,
esta condición humana de utilizar y manipular un dispositivo
tecnológico a través de la ejecución de múltiples tareas, es decir,
hacer varias actividades al mismo tiempo; la realidad actual es que
se puede mirar en las escuelas a jóvenes estudiantes interactuar
con su teléfono celular redactando un mensaje, teniendo varias
conversaciones activas, al mismo tiempo escuchando música con sus
auriculares, pero también revisando artículos de interés personal de
tiendas en línea, todo ello en cuestión de minutos, la alfabetización
multimedia se ha ido propagando por variados espacios de la vida
cotidiana y las nociones educativas consigo.

El teléfono celular, sigue a los jóvenes como su sombra y por
supuesto, también los acompaña a la escuela, un compañero fiel
de las actividades académicas, y un enser lúdico que permitirá el
aprendizaje y entretenimiento en la institución educativa. Es común
entre los adolescentes y los más jóvenes realizar varias actividades
dentro de los salones de clase; podemos enlistar algunas de las
acciones que los jóvenes confieren a los teléfonos celulares, es un
reloj que mide el tiempo establecido en el desarrollo de la clase,
¡sólo miraba la hora! Ese es el argumento más válido y utilizado
para justificar el uso del teléfono celular en la osadía de interrumpir

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