Page 115 - Los objetos del poder
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pesimismo, pero sabían muy bien, que en poco tiempo iban a arder si no
            obtenían auxilio, lo que los alteraba enormemente y los empujaba a seguir
            gritando.

            Pero la suerte de unos  sería  la de todos, también las personas  que
            comenzaron a subir de regreso fueron transportadas con los compañeros
            que descendieron primero, no importaba  que no hubieran llegado tan
            abajo, el portal se encargaba de bajarlos y cubrirlos con material a punto
            de ser incandescente; se perdieron modales y formalidades, todos eran unos
            patanes, no les importaba aplastar a sus compañeros, siempre y cuando
            lograran subir un poco.


            En la parte de arriba donde comenzaba el camino vertical, Barto y René
            comenzaron a notar algo raro, ya nadie subía a pesar de que había pasado
            mucho tiempo, no sólo las dos horas para comenzar el ascenso, sino otras
            dos más, suficientes para que estuvieran de regreso los primeros hombres.


            Pero nadie regresaba, era muy extraño para Barto y René, hasta que después
            de bastante tiempo, una sola mujer pudo emerger, dijo a los generales que
            las cargas ya estaban puestas, pero que todos los demás fueron víctimas
            de los portales, únicamente ella pudo subir. Barto no pudo evitar recordar
            a sus amigos que también habían sido víctimas de un portal, y hasta el
            momento no sabía a dónde se transportaban a las personas.


            Salieron de la cueva muy confiados, vertiendo sobre los 100 metros del
            camino horizontal una línea delgada de pólvora para que iniciara el fuego
            al salir, y continuara lo más abajo posible, sin saber que muchos de sus
            hombres estaban muy adentro de la caverna.

            Cuando lograron emerger, Barto  notó que  su amada  Bruu  no estaba
            afuera,  únicamente  Viktor,  sintió  un  vacío  dentro  de  él  provocándole
            miedo por la desaparición de su esposa; no pudo evitar recordar cuando la
            besó en el torneo y el momento de su matrimonio, preguntó rápidamente
            dónde estaba su reina. Viktor sólo pudo decir que fue un instante muy
            veloz en el que cayó en un portal, no pudo hacer nada para ayudarla,
            cuando reaccionó, el portal ya se había cerrado. Barto conocía muy bien


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