Page 128 - Los objetos del poder
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dentro de un volcán semiactivo, en el corazón de la naturaleza y
                  todavía más allá, esa es la respuesta a la que no prestaste atención.


                  Nosotros los espíritus antiguos fuimos creados casi al mismo tiempo,
                  pero no en exactitud, yo fui el segundo en despertar y ser consciente
                  de mí mismo, con esas exactas palabras que menciono te explicaré
                  claramente su significado.


                  Primeramente, busca en la inmensidad del cielo, ahí encontrarás al
                  primero de mi especie, debes dar un salto de fe, subir a lo más alto
                  posible y arrojarte al vacío pensando ciegamente en que no quieres
                  morir, y que deseas que alguien te salve, sólo así aparecerá salvándote
                  la vida. Pero si titubeas en esos momentos, sólo te aguardarán las
                  manos y fauces de la muerte, tú tienes máquinas voladoras, eso te
                  dará ventaja, sube a lo más alto que pueda llegar tu mejor globo y
                  arrójate, tendrás más tiempo para rezar e implorar para que te salve
                  algún ser; no lleves tu otro artefacto para detener tu caída o no se
                  revelará, porque en el fondo sabrás que no morirás, y él lo detectará,
                  es un salto de fe, no una prueba a realizar.

                  Luego  busca  por las profundidades de la tierra, ese claramente
                  soy yo, bajar a donde casi nunca nadie ha bajado, muy obscuro y
                  adentro en la profundidad del planeta donde pisas, ahí estaré yo;
                  pero no es necesario que te explique más de mí, tú ya sabes bastante
                  de mis poderes, mi cueva y mi libro, así que omitiré más detalles para
                  centrarme en los demás.


                  Posteriormente busca en la lejanía del ancho océano, debes naufragar,
                  ve sin rumbo, sin brújula, sin agua potable y sin comida, piérdete en la
                  desesperación de un náufrago, ruega por tu vida; cuando no puedas
                  más, ruégale al océano, que te salve, que perdone tu existencia, pide
                  con fervor y se mostrará ante ti el tercer ánimo.


                  Busca por todo lo ancho y largo de mundo donde radicas y todavía
                  más allá, debes ir a los confines de este planeta, en el punto más
                  abandonado, desolado y donde los hombres jamás van, donde no


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