Page 21 - Los objetos del poder
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De inmediato apareció un ser alto, las prendas que vestía lo hacían tener
una figura ovalada, el ser flotaba ligeramente sobre el suelo, su cuerpo con
ropaje simulaba como si el viento lo ondeara, Barto muy asombrado y algo
asustado retrocedió, pero el ser con una voz muy grave dijo:
–Yo soy Aldebarán, uno de los siete espíritus antiguos, no es fácil llegar
a ninguno de nosotros ni encontrarnos; tú has demostrado destreza,
fuerza, tenacidad y valor, agotaste tus recursos y a pesar de eso
continuaste, porque tenías un fin y una meta. No cualquier persona
posee esa fuerza de voluntad, ahora que me has encontrado tengo la
obligación de darte un regalo; pero no es una dádiva cualquiera, sino
un objeto místico, invaluable e inigualable por cualquier cosa que un
mortal pueda realizar, sólo los otros seis espíritus antiguos igualan con
sus reliquias a la mía, pero antes debo mencionarte algunas cosas.
Barto escuchaba atónito, la voz fuerte y grave que retumbaba en
la cavidad redonda donde se encontraban, se serenó, y siguió
escuchando a Aldebarán.
–Mi objeto de poder ahora te pertenece, y apareció en ese momento
un libro, de 25x33 centímetros aproximadamente, con un grosor
de 10 centímetros, contando la pasta que era muy rugosa, fuerte,
gruesa y dura, como si fuera de una especie de piel de dragón o
animal mitológico semejante. –Aldebarán continuó, lo que escribas
en él, se hará realidad, debes ser muy cuidadoso, al ir escribiendo
las letras tomarán un color azul fuerte y luminoso, justo después de
terminar de escribir, las letras se borrarán, mi libro es infinito, no se
terminará de llenar, pero si el libro no puede realizar lo que escribes,
te lo advertirá, todo el texto se tornará rojo después de haber sido
azul, y de igual forma desaparecerá.
Barto estupefacto sólo balbuceo, pero Aldebarán no había terminado:
–escucha con mucha atención, existen cinco reglas que debes saber:
Primera, es que el libro no puede realizar ningún imposible; es decir,
no podrás detener el giro de un planeta, no podrás apagar al sol, no
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