Page 35 - Cuatro tres historias de amor
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de pecas, con una sonrisa muy peculiar. Hablaron la mayor parte
del tiempo del clima, lo que se puede hacer en ese pueblo, bebieron
algo parecido al ponche navideño servido en México y escucharon
música estruendosa de heavy metal, un género que para nada le
agradaba, pero la compañía y el buen momento, compensaron ese
molesto detalle.
Después de tres horas, los invitados se despidieron, entendiendo
que era momento de irse también, esperó a que salieran el vikingo
y la pelirroja para agradecerle a Neida la invitación y decirle que
esperaba repetir la velada, insinuando sería lindo estar sólo ellos
dos. La chica sonrió y le dijo que estaba de acuerdo. Ernesto se
alegró tanto con la respuesta que, de regreso a su casa, ni siquiera le
molestó el aire helado golpeándole la cara durante el trayecto.
Así comenzó una serie de encuentros recurrentes. Era obligatorio
verse una vez a la semana en la tienda de víveres, donde aprovechaban
para planear la siguiente reunión. Unas veces era en casa de Neida,
otras en casa de Ernesto, a veces, iban al cine o a cenar; pero cada
vez, la atracción aumentaba y no tardaron en entablar una relación
romántica que fue tan reconfortante para el chico, como cuando
recordaba el caldo de pollo de su madre.
Pasaron seis meses y Ernesto había salido de su encierro. Convivía
no sólo con Neida, sino con sus amigos e incluso con los vecinos,
parecía que todo el pasado se había esfumado y ahora tenía la
oportunidad de comenzar nuevamente. En ocasiones le asaltaba
la nostalgia por su familia, pero enviaba correos electrónicos a un
conocido usando un servidor encriptado, de manera que no se diera
cuenta dónde estaba y él lo mantenía informado de lo ocurrido con
sus seres queridos. Al menos, eso lo alentó durante el tiempo que
llevaba en el pequeño pueblo de Leineperi.
Un día, Neida le pidió acompañarla a visitar a una tía que vivía
en España, a quien no veía desde hace algunos años. Era su única
pariente cercana, Ernesto sintió la nostalgia de estar lejos de sus seres
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