Page 37 - Cuatro tres historias de amor
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es asistir a un festival de heavy metal. Violeta es una amiga que
            conocí en un grupo de Facebook con temática musical. Hablamos
            por un tiempo y me contó del festival organizado en esta ciudad.
            Me invitó, pero no quería venir sola, por eso pensé en ti, pero sé
            que a ti no te gusta esta música y, aunque pude pedirle a alguien más
            que me acompañara, tú eres la persona con quien más me gustaría
            compartir algo tan emocionante, perdón por el engaño, pero al final,
            puede ser divertido, ¿no lo crees?


            Mientras su novia le confesaba todo el plan, hizo conciencia de
            cuánto se había descuidado, viajar a otro país, dejar rastros con
            su pasaporte falso, tomarse fotos con el móvil de su chica, todo le
            parecía peligroso. No podía despertar sospechas y menos en Neida,
            a quien no le había confesado nada de su vida pasada, primero por
            protección, después, por el temor a perderla si ella se enterase
            de  su  pasado  turbulento,  así  que  decidió  mostrarse  sorprendido,
            pero cuidando el asomo de cualquier expresión de preocupación
            o temor, después de todo, nada podía hacer en ese momento y en
            ese lugar. Tranquilizó a su novia, para después, pedirle el itinerario
            con el objetivo de verificar cualquier situación de riesgo y, como
            sólo tenían planeado pasar dos días en ese lugar, confinados en un
            estadio escuchando música infernal, creyó sinceramente, en que el
            peligro de ser descubierto, era mínimo.

            El resto del día, lo vivió con ansiedad. Trató de actuar lo más natural
            posible, confiando en que una vez en el lugar donde se llevaría a cabo
            el dichoso festival, nadie se fijaría en él pues todos se concentrarían
            en la música y no en un tipo cualquiera. Evitaría a los policías y
            actuaría de tal forma que nada atrajera la atención de ellos, era
            sencillo, pero no lograba deshacerse de la extraña sensación que
            algo malo estaba por venir.


            Violeta llegó al apartamento una hora después, comieron y salieron
            directos al estadio. Todo pasó muy normal, fueron revisados a la
            entrada, buscaron sus localidades y comenzaron las primeras
            presentaciones. Nunca le gustó el heavy metal, pero compartir los




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