Page 29 - Entes y apariciones entre nosotros
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Ojitos negros
Esa noche me encontraba muy inquieto, no podía dormir, estaba
estresado, molesto, así que decidí salir al patio a fumar un cigarrillo.
La noche era muy clara, pues había una bonita y resplandeciente
luna, su luz se unía a la de las lámparas de la calle. Estaba pensativo,
viendo hacia el fondo de la calle, cuando de pronto, no sé cómo, vi
caminando a un niñito, como de unos seis años.
Me sorprendió porque la privada estaba cerrada, ¿por dónde pudo
haber pasado?, además, ¿andar solo a esas horas de la noche? Él
estaba como a unos cinco metros de distancia y se acercaba
lentamente hacia mí, como con pena, pero lo curioso es que llevaba
su carita agachada, yo seguía fumando, recargado en la cajuela del
auto, junto a la calle, y me quedé observando, cómo caminaba
avanzando hacia mí.
Entonces, le empecé a hablar:
—¡Hola, amiguito!, ¿estás bien?
Fue en ese momento cuando el niño levantó la cara e hizo que de
manera inmediata se congelara mi cuerpo, no podía moverme,
el miedo me había invadido, pues pude ver que era un niño muy
bonito, pero…, sus ojos, sus ojos eran completamente negros, y sin
decir nada, se sentía una energía maligna, y entre más se acercaba
a mí, más miedo sentía, entonces, no sé cómo, pero reuní toda la
fuerza posible para correr hacia la casa.
Me quedé adentro, recargado en la puerta, tratando de recobrar la
energía, pero el miedo no se me quitaba, así que lentamente me
acerqué a la ventana, tratando de ver si seguía afuera, pero, por
más que lo busqué, no pude encontrarlo. Aseguré bien la puerta,
me tomé una copa de vino y traté de irme a dormir, ni con mis
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