Page 49 - Entes y apariciones entre nosotros
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malo, la casa estaba limpia de malas energías y cuando las tres se
            encontraban plácidamente degustando una taza de té, a la señora le
            cambió la expresión, se le puso la piel chinita y aunque no dijo nada,
            su rostro la delataba.


            En ese momento, se escuchó que afuera de la casa se estacionaba
            un auto, y al mismo tiempo empezaron a suceder cosas, la puerta
            trasera de la cocina se cerró, las cortinas de la ventana se movieron
            y el ambiente se sintió frío, la señora le preguntó a Diana si eso ya
            había sucedido antes, pero no, era la primera vez, las tres estaban
            desconcertadas.

            Entonces, se abrió la puerta delantera, Diana respiró con tranquilidad
            cuando se dio cuenta de que era Pablo el que estaba entrando; sin
            embargo, la cara de la curandera no cambió, es más, seguía con la
            piel chinita, en ese momento Diana se levantó, llevó a su esposo
            al sillón donde estaba sentada y le presentó a la señora, quien, al
            ver a Pablo, intentó disimular, pero su rostro reflejaba más que
            preocupación.

            La señora empezó a hacerle preguntas y mientras Pablo le contestaba,
            ella iba atando cabos, entendiendo lo sucedido. Dentro de las
            respuestas, él comentó que tenía años que sentía mucho cansancio,
            pero lo raro era que lo sentía sólo en un lado de su cuerpo, que había
            empezado a sentir molestias raras, que no le preocupaban, pero que
            poco a poco iba avanzando en ese malestar, y aunque ya había ido al
            doctor, los análisis que le hicieron no habían mostrado nada.

            En ese momento, la señora tomó su bolsa, sacó una veladora blanca,
            la encendió y les dijo que iba a darle un baño de luz a Pablo, pero que,
            mientras ella hacía eso, Diana y su amiga debían volver a empapar
            los algodones con el líquido que les había dado. Ellas se levantaron
            rápidamente y empezaron a recorrer la casa, realizando lo que la
            señora les había pedido.







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