Page 34 - Las gañas del perro y otras historias del lado oscuro
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—¿Qué tienes?
—¡Lo vi!
—¿A quién viste?
—¡A Pedro, el hijo de la bruja, Francisca!
—¿Estás segura?
—Sí, sólo vestía el calzón de manta. Estaba en el panteón.
—¿Qué día es hoy?
—29 de octubre.
—Métete a la choza y enciende un cirio, será mejor no salir esta
noche.
Pedro, el único hijo varón de Francisca había fallecido ahogado en
ese río cinco años atrás.
Juana, la hija de Francisca, alguna vez contaría a Celia que cuando
ella era muy pequeña escuchó discutir a su madre y a su hermano,
que en esa época tendría ocho años. Pedro quería ir al pueblo ya que
se celebraría al santo de San Luis Morelia. Además, era de todos bien
sabido que don Heladio, el mayor fabricante de cirios del pueblo ese
día especial mataba dos enormes cerdos que compartía con todos
los habitantes del pueblo.
Francisca prohibía a sus hijos visitar el pueblo, ya que cada vez
que ponían un pie en el mismo sólo recibían ofensas y malos tratos
debido a su fama de bruja.
Cuenta Juana que esa noche caía una lluvia torrencial. Pedro,
su hermano esperó a que su madre estuviera dormida para salir
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