Page 39 - Las gañas del perro y otras historias del lado oscuro
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vernos, desafortunadamente, todos pensaban que ella estaba
loca. La madre de Juana fue una buena persona, ella me veía
los días de los santos difuntos, intentó acercarse a tu padre
para que se comunicara conmigo, pero sólo recibió ofensas y
malos tratos por parte de él, y de todo el pueblo. La gente suele
temer lo que desconoce. El mundo está lleno de cosas que no
entendemos y, por lo mismo, pensamos que no son ciertas. Al
final todos se dieron cuenta que Eloísa no estaba loca, ni era
una bruja. Me alegro que lo hayas intentado.
—Yo también.
—Es un momento muy corto el que tenemos para poder visitarlos.
El portal se cierra al comenzar el alba. No es justo, pero es
mejor que nada.
—¡Celia!, ¿qué estás haciendo?, —gritó su padre, justo detrás de
ella—. No pensé que llegarías tan lejos. Te di permiso de poner
un altar y participar en esta tonta tradición, pero esto ya es el
colmo. A los muertos debemos dejarlos en paz. Levanta todo
esto y vamos a casa.
—Padre, mi madre está aquí, la puedo ver. Me estaba contando
del portal que se abre todos los años y…
—No digas necedades. Tu madre está muerta. Déjala descansar
en paz.
—Es cierto, Celia le está diciendo la verdad, ¿quiere verla?,
póngase las gañas de mi perro y la podrá ver —interrumpió
Juana.
—A ti sólo te pido que te alejes de mi hija. Tú y tu madre sólo han
traído pesadumbre a nuestras vidas. ¡Lárgate!
—Padre, mi madre pide que le preguntes algo que sólo ella sabría,
por favor, déjanos demostrarte que esto es real.
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