Page 36 - Topiltzin El pequeño Quetzalcóatl
P. 36

A Topiltzin lo llevaron con las abuelas para que comiera, mientras
            que los guerreros de más alto rango me pintaron el rostro y me
            cortaron el cabello a usanza de guerrero otomí.

            En el patio principal ya se escuchaba música y se compartían los
            alimentos. Únicamente los mayores que se habían enfriado bebían
            pulque, para calentar su cuerpo y recordar sus añoranzas de jóvenes,
            para niños y jóvenes, estaba prohibido tomarlo.


            Mi orgullosa familia fue sentada junto a los guerreros y a mí me
            recostaron sobre un petate frente al fuego. Para dar inicio al ritual,
            los abuelos me dieron de beber un líquido amargo. Mientras me
            hacía efecto, comenzaron las danzas y los cantos, después un silencio
            absoluto, miré de reojo a Topiltzin, quien muy atento y respetuoso
            observaba.


            El sabio entregó a la venerada abuela una jicarita, de la cual sacó un
            par de púas y dos filosas cuchillas de obsidiana, las ofrendó a los
            cielos y me marcó en el pecho muy rápidamente los símbolos de los
            guerreros. Al terminar, me puse de pie sangrando por las heridas, así
            que me frotaron grasa de coyote con ceniza. Después me dirigieron
            unas palabras.


                  “Has regresado, has vuelto, con las manos llenas de sustento,
                  has honrado a tu padre y madre, a tus hermanos. Has honrado a
                  nuestros dioses creadores, has honrado a tu corazón”. 10


            Se escucharon los caracoles, me entregaron un tocado y los guerreros
            se pararon frente a mí para obsequiarme cada uno una punta de
            obsidiana, al tiempo que otros me pintaban el cuerpo. Topiltzin fue
            testigo del día en que recibí mi nombre de flechador de pájaros:
            Hormiga de Obsidiana.


            Durante toda la noche comimos y danzamos. Ahora mi palabra era
            escuchada.
            10 K., GKG (1995). Vida económica de Tenochtitlan: pochtecayotl (arte de traficar).



            34
   31   32   33   34   35   36   37   38   39   40   41