Page 32 - Una vida dedicada a la enseñanza
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El encuentro con la educación
La tarde avanzaba, y las luces de las casas comenzaban a
encenderse, creando un ambiente cálido y acogedor en la ciudad.
El aire estaba impregnado del aroma del guiso que alguna familia
cercana estaba preparando. María, llevando sus bolsas y su nuevo
libro bajo el brazo, sintió una oleada de gratitud. La sensación de
estar en casa, rodeada de historias y tradiciones, era incomparable.
Al llegar a su hogar, la madre de María ya estaba preparando la cena.
Las ventanas de la cocina emitían destellos dorados y el aroma del
mole poblano llenaba el aire. Era uno de los platos favoritos de María.
—¡Mira mamá!, –exclamó María mostrando su libro. Compré
una colección de leyendas de Guanajuato, estoy emocionada
por leerlo.
La madre de María, con una sonrisa tierna, respondió: —eso suena
maravilloso, hija. Las leyendas de nuestra tierra son como espejos
del alma, reflejan no sólo nuestro pasado, sino también nuestras
esperanzas, miedos y sueños.
Después de la cena, María se acomodó en su rincón favorito de
lectura, junto a la ventana que daba al patio. La luna ya se alzaba en
el cielo, y su luz bañaba las páginas del libro. María comenzó a leer,
perdiéndose en las historias de valientes héroes, amores trágicos y
misterios sin resolver.
Con cada página, sentía que se conectaba más profundamente con la
tierra que la había visto crecer. Era como si cada leyenda susurrara
secretos del pasado, conectándola con generaciones anteriores. Las
historias la transportaban a épocas donde la justicia, el honor y el
amor eran valores fundamentales.
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