Page 45 - Una vida dedicada a la enseñanza
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Al salir del museo, se encontró con un grupo de turistas que estaban
siendo guiados por un joven historiador. Decidió unirse a ellos y
escuchar. El guía narraba con fervor y pasión, haciendo que cada
historia cobrara vida. María sintió una chispa en su interior, la
misma que había sentido al escuchar a la maestra en el jardín de la
Unión.
Llegada la noche, María decidió compartir sus sentimientos con
su abuela. Margarita la escuchó atentamente y luego le dijo: mi
niña, cada persona tiene una vocación, un llamado en la vida, lo
importante es escucharlo y tener el coraje de seguirlo. Las historias
que te conté no eran sólo para entretenerte, eran lecciones de vida.
Si sientes que enseñar es tu camino, persíguelo con todo tu corazón.
María asintió, sintiendo una oleada de determinación. Decidida,
comenzó a investigar sobre las escuelas de formación para maestros
en la región. Era el comienzo de un viaje que la llevaría a transformar
vidas, al igual que las historias de su abuela y la rica historia de
Guanajuato habían transformado la suya.
Las semanas pasaron rápidamente y la decisión de María de
convertirse en maestra se fortaleció con cada día que pasaba. Entre
visitas a las universidades y charlas con educadores experimentados,
María se sintió cada vez más segura de que estaba tomando el camino
correcto.
Un día, mientras paseaba por las calles empedradas de la ciudad,
una vieja casona capturó su atención. Era el hogar que una vez
perteneció a doña Josefa Ortiz de Domínguez, una figura crucial
en el movimiento de la Independencia. María recordó las historias
de su abuela sobre “La Corregidora” y cómo, a pesar de ser una
mujer en una época dominada por hombres, jugó un papel vital en
la historia de México.
Entró al museo que ahora ocupaba la casona. Mientras recorría las
habitaciones, los relatos de conspiraciones y valentía la rodearon.
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