Page 59 - Donde vive la imaginación
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Los recuerdos de la tía Petra
¿Cómo pueden cambiar las cosas de un día para otro? Es algo que no
logro entender. Recuerdo esa noche cuando mi padre llegó a casa, se veía
decaído, con el rostro engarruñado, sus brazos colgados y su vista perdida;
juro que jamás en los 12 años de mi vida lo había visto así.
De pronto la voz de mi madre retumbó en mis oídos.
—¡Camilo, termina rápido de cenar y luego te vas a dormir!
Al ver a mi padre tan triste me retiré de la mesa enseguida, sabía que
algo grave pasaba por la tensión de mamá. Corrí de prisa por las escaleras
asegurándome de hacer ruido al subir. Después, muy despacio, bajé de
puntitas y tras la pared que divide el comedor con las escaleras me quedé
quieto para escuchar lo que platicaban. En verdad quería saber qué pasaba.
Escuché decir a mi papá que las cosas se habían salido de control, que
aún después de haber luchado contra todo, no pudo resolver la situación
financiera de la casa. El banco la embargaría en los próximos días, lo peor
era que su trabajo en la fábrica había terminado. Ahora no tendríamos casa
y mi papá formaría parte de la cifra de desempleados, cosa que aprendí en
mi clase de geografía.
Malacara Moreno, K. E. (2022)
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